La reina del miedo nos invita a la mismísima actuación del miedo

Aunque suene redundante, es tal cual. Valeria Bertuccelli dirige, escribe y se viste de miedo en la cinta argentina que ha podido presentar en el prestigioso Festival de Cine de Málaga. Nos habla de ese temor que no pocos hemos tenido dentro; nos desmonta el miedo trozo a trozo.

«Mi padre me dijo que valiente no es quien no tiene miedo, sino quien lo tiene y se enfrenta a él»

Robertina somos todos. Si no has visto aún la obra maestra de Valeria Bertuccelli presentada en España, atención porque vienen SPOILERS. La actriz argentina quiere compartir con nosotros una vivencia que tuvo en su más inocente infancia: el día y la noche.

Valeria Bertuccelli en La Reina del Miedo, Rei Cine

La cinta nos desnuda por completo desde los primeros tiros de cámara; a oscuras, dueños de la incertidumbre, sin más visión que la que palman las torpes manos de Bertuccelli y con un sonido ambiente que pone la piel de gallina a todo ser viviente. Así empieza el primer trabajo de la exitosa actriz argentina como guionista e intérprete al mismo tiempo.

En La reina del miedo todo tiene su por qué, todo aparece encuadrado en cámara por un motivo y cada impecable gesto de la actriz es provocado por algún estado nervioso relacionado con el máximo protagonista: el miedo. Desde un árbol, pasando por un perro muy en segundo plano, y terminando por un vestuario que finalmente deja a la actriz semidesnuda.

Valeria Bertuccelli en La reina del miedo, Rei Cine

Ella es Tina, una valoradísima actriz de Argentina que estrena su último trabajo ante su fiel público pero que, al mismo tiempo, vive los últimos suspiros de su mejor amigo que vive prácticamente en la otra punta del planeta. Robertina tiene que hacer frente dos enormes ansiedades de la que es responsable. Finalmente Bertuccelli nos enseña que no tenemos la pócima mágica para borrar un miedo, sólo nos queda entrevistarnos personalmente con él.

«Cuando era niña y vivía en un pequeño pueblo de la ciudad de Buenos Aires había enfrente un Cementerio donde todos los niños jugábamos cuando todo era blanco y había luz; luego por la noche todo era diferente, la oscuridad (el  miedo) nos hacía ver cosas que nos retraían«, explica la directora, guionista y protagonista de la cinta argentina.

Una luz potente de día, pulcramente representada en los interiores de su interminable casa con tonos tan blancos que encandilan, y la oscuridad reflejada en su cama, de noche, y con el fuerte viento que soplaba por los confines de su jardín hasta su almohada. Ha sido una compleja unión del blanco y negro que la directora reconocer haber peleado con sus productores para llegar a esa perfección que nos transmite La reina del miedo.

El escenario donde pululaban los miedos de Tina parecía ser el mismísimo Teatro Cervantes donde se proyectó la cinta dentro del Festival de Cine de Málaga. Y es que si queréis saber hasta que punto es capaz de llevarte el miedo, desde lo más absurdo convertido en problemón y lo más serio traspasado a irrelevante, tienes que sentarte a disfrutar de La reina del miedo.

¡Compártelo con todos tus amigos y luchemos contra lo más feo de la ansiedad, el miedo!

Fuente: Festival de Cine de Málaga / Rolloid