Hace un mes que ya saltaban los rumores de que Samsung estaba trabajando de nuevo el el Galaxy Note 7 para volver a lanzarlo pero en lugar de forma novedosa lo harían reacondicionando los terminales retirados del mercado. Estas teorías se han confirmado de forma oficial gracias al Samsung Galaxy Note 7R (de Reacondicionado). La empresa promete un móvil seguro, ya que habrán corregido los fallos del chasis que provocaban la ignición de las baterías pero la pregunta es si traerán algo nuevo o no.
¿Novedades?
De momento, será el mismo terminal, sólo que contará con una batería de menor capacidad. Si en un primer momento contaba con 3500mAh, en esta ocasión, sólo dispondremos de 3200mAh, algo que no gusta debido a su resolución 2K.
El Note 7R ha sido descubierto en Geekbench, enseñando un procesador Exynos 8890 y 4GB de memoria RAM. Además, no es ninguna noticia, ya que Samsung anunció en el MWC que lanzaría el Note 7 de nuevo, lo que no se sabía es que los venderían en calidad de reacondicionado.
Seguirá teniendo una pantalla Super AMOLED de 5,7 pulgadas con una resolución QHD, que estará protegida por Gorilla Glass 5. Contará con la certificación IP68 para la protección del polvo y el agua. También incorpora con el sensor IMX260 con una apertura de f/1.7, con OIS y PDAF; y una cámara de 5 Mpx en la parte delantera.
Lanzamiento y precio
Se estima que llegue al mercado el próximo mes de Junio en diferentes colores: azul, blanco, negro y plata. Se cree que tendrá un precio de 652 dólares, quizás un poco más o un poco menos.
Conclusión
Puede entenderse la idea de vender un terminar reacondicionado. El problema viene cuando lo quieres vender a, prácticamente, precio de salida de un modelo nuevo. Por una parte se puede pensar que el Galaxy Note 7 tiene unas especificaciones de alta gama, pero, por otro lado sabemos que en Octubre sacarán un Note 8 que será mucho mejor .
¿Merece la pena sacar un 7R que se quedará desfasado en 5 meses?
Hay muchas opiniones acerca de este tema, pero la política de Samsung no me queda clara. Si yo fuera Samsung, me preocuparía más por los problemas que el Samsung Galaxy 8 está dando y poner soluciones a los mismos, antes que sacar un teléfono fallido por cuestión de orgullo.
