En la naturaleza, ocurren muchos fenómenos que parecen sacados de los efectos especiales de una película, como los tornados o los tsunamis. Pues algo así ocurre en la costa de la Isla de Ré en Francia, frente a la cual se forman ondas cuadradas. Esta isla es bastante pequeña y mide 30 km de largo por 5 km de ancho.
Sus playas son increíbles y su clima inmejorable, pero lo que más la caracteriza es el estado de sus olas ya que es único. Cuando miras el mar desde la colina, las olas parecen estar formadas por cuadrados organizados o cajas que se repiten indefinidamente como si de un tablero de ajedrez se tratara.
Esto es algo bastante inusual y por ello se ha convertido en un atractivo turístico. Todos los viajeros y lugareños vienen a presenciar estas increíbles olas. La cima del faro es uno de los mejores lugares para observar las olas.
Algunas personas piensan que son el resultado de los extraterrestres, pero la ciencia explica fácilmente su causa. La isla se encuentra en la intersección precisa de dos mares, conocido como cruce de mar. En este punto y debajo de la superficie, los mares libran una batalla feroz. Diferentes corrientes van chocando entre sí, cancelándose mutuamente y enviando ondas que viajan en ángulo recto a lo largo de la superficie.
Cuando estos patrones climáticos duran mucho tiempo, se producen estas olas de forma cuadrada. Aunque se ven preciosas, llegan a ser bastante siniestras ya que todo lo que ocurre debajo de la superficie crea una corriente de resaca mucho más poderosa de lo normal.
En muchas ocasiones, los barcos tienen accidentes cuando quedan atrapados entre estas olas cuadradas. Además se debe tener cuidado ya que tienen mucha fuerza y son mucho más grandes de lo esperado. De hecho, el cuadrado puede tener un tamaño aproximado de 0’4 hectáreas.
