Hace más de un año que sabíamos que Netflix estaba preparando una serie de origen español que descubrimos no hace muchos meses se titularía Las Chicas del Cable y se ambientaría en los años 20, cuando se construyó el primer rascacielos de España que albergaba la compañía de teléfonos. Este viernes, el canal de streaming por fin estrenó sus 8 episodios pero lo cierto es que han llegado llenos de polémica. Nosotros ya los hemos visto y queremos analizar tanto la serie como dichas críticas.
Primera ficción española de Netflix
La promoción por parte de Netflix de Las Chicas del Cable ha sido ejemplar, con una campaña a la altura de series como Narcos o Sense 8. Desde el principio nos prometían una historia llena de buenos actores, jóvenes y que ya habíamos visto en otras series de éxito y que trataría temas más profundos de los que estamos acostumbrados como puede ser el feminismo. La campaña ha tenido al frente a sus cuatro protagonistas principales: Blanca Suárez, Ana Fernández, Maggie Civantos y Nadia de Santiago, quienes han recorrido todas las televisiones y revistas hablando sobre la serie.
La primera polémica surgió en el programa el Hormiguero, cuando Pablo Motos centró la entrevista en preguntas nada relacionadas con la serie y fue acusado de machismo al hablar de una serie que supuestamente habla de feminismo. La segunda surgió después de que Yon González también hiciera unas declaraciones un poco fuera de tono hablando del machismo y el feminismo.
Sin embargo, la crítica absoluta ha llegado tras su estreno ya que tanto expertos como aficionados se han quejado que la serie utiliza un feminismo blanco que no llega a ninguna parte. Es cierto que la serie podría haber utilizado más este tema, especialmente en la década en la que se desarrolla la serie, para marcar una diferencia respecto a las series actuales pero tampoco hay que olvidar que Netflix siempre se ha caracterizado por no generar mucha polémica con sus series. Un poco irónico si tenemos en cuenta la cantidad de polémica que se ha generado por no tratar precisamente este tema.
Sí, se trata el tema del feminismo, las protagonistas defienden su derecho a trabajar, quieren poder votar y no están dispuestas a estar sometidas a un hombre a pesar de lo que la mayoría de las personas puedan pensar. Eso no quita que se quede en la superficie y no ahonde mucho más allá, ya que el feminismo tiene mil caras. Tampoco debemos olvidar que es tan sólo su primera temporada y que apenas hemos podido ver 8 episodios que han desarrollado muchas tramas simultáneamente.
Si quitamos de la ecuación el tema del feminismo y la polémica generada a su alrededor, la serie en general funciona y cumple lo que esperábamos de ella. Desde el principio nos promete una historia de amor predestinado que nos mantiene en vilo cada episodio, intentando descifrar si los dos protagonistas, Alba y Francisco, terminarán juntos o no. Todo esto va a acompañado por un trágico pasado y una trama de misterio que gira en torno a la compañía de teléfono y de los diferentes personaje. Además, cada personaje tiene su propia historia, no necesitan más que ellas mismas para brillar.
Cabe destacar el magnífico trabajo del vestuario, las recreaciones de la Gran Vía de la época así como los escenarios en general. Se nota que es un serie de Netflix y que cuida los detalles. También agradecemos la duración de los episodios, de unos 50 minutos, algo impensable hasta el momento para una ficción española de cualquier cadena. Por lo que sí, Las Chicas del Cable también tiene cosas muy positivas.
De lo que no tenemos dudas es que cada uno va a formar su opinión respecto a esta serie, unos dirán que su parecido con Velvet es demasiado, otros serán fans ya sea por las tramas o por los actores, mientras que otros simplemente se quejarán. Por nuestra parte, sólo podemos decir que esperamos impacientes el estreno de su segunda temporada de 16 episodios el año que viene.
