La Inteligencia Artificial avanza a pasos agigantados, y eso permite que escuchemos noticias tan interesantes como que la IA ya es capaz de componer música clásica, pero también nos hace temer lo peor cuando nos encontramos con otras noticias como que los robots ya ocupan puestos de oficina en países como Japón.
Esta mezcla de información es cuanto menos de carácter agridulce y consigue que muchas personas vean el mundo de la Inteligencia Artificial como una amenaza ya no tan futura. Eso es precisamente lo que el CEO de Microsoft pretende evitar haciendo pública su opinión en las siguientes declaraciones.
Concienciar de la IA
Satya Nadella, actual jefe de la compañía de Redmond, ha realizado unas declaraciones con las cuales busca hacer entender de una manera correcta la Inteligencia Artificial. Según el directivo, cambiar la perspectiva a la hora de enfrentar estas novedades puede ser la clave para aceptar la IA.
“La necesidad fundamental de cada persona es la de ser capaz de utilizar su tiempo de manera más eficiente, no hacerles sentir que van a ser reemplazados”. Con este discurso Nadella pretende hacer ver que la IA puede ser un gran aporte para el mundo laboral en general, siempre que se use como un complemento y ayuda del trabajador, y nunca como una sustitución ni un reemplazo.
En ese sentido parece que se va a implementar la futura estrategia de mercado de Microsoft. El CEO de la compañía ha declarado que durante 2017 su objetivo en el sector va a ser acercar la tecnología a los trabajadores para que comprendan su potencial y desarrollen así nuevas posibilidades.
¿Posibilidad viable?
Esta concepción humanista de la Inteligencia Artificial podría quedarse en meras buenas palabras e intenciones. Nos parece genial que los dirigentes tecnológicos se detengan a pensar en las personas y den prioridad al trato humano, pero en el caso de la Inteligencia Artificial hay verdades que caen por su propio peso.
El desarrollo de la tecnología está alcanzando tal punto que llegará un momento en el que no tendrá sentido mantener ciertos puestos de trabajo. No sólo porque la máquina sea capaz de igualar el rendimiento de un trabajador humano, sino porque llegará un momento en el que el rendimiento de la máquina será superior y mucho más efectivo.
Probablemente, y en vista de esto último, lo más sensato sería aceptar la evolución y prepararse para un cambio en el sector laboral. Dedicar tiempo a investigar cómo van a cambiar las plantillas de trabajo, qué puestos van a erradicarse y qué puestos nuevos van a surgir. Ésta, probablemente, sea la manera más eficiente de incorporar la tecnología al entorno laboral.
